En el Término Municipal de Torrejoncillo, en la orilla del río Aragón se encuentran las ruinas de este magnífico lugar.
El Duque de Alba era el propietario del molino de cereal (Aceña) y de ahí procede su nombre. Más tarde, se construye allí un Batán para hacer paños.
Extremadura no pudo competir con la fabricación de paños Ctalana por lo que el Batán deja de vsarse y se transforma en una Central Hidráulica que abastecía de electricidad a la Industria Torrejoncillana.
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